Back to chapter

14.10:

Señalización endocrina

JoVE Core
Molecular Biology
This content is Free Access.
JoVE Core Molecular Biology
Endocrine Signaling

Languages

Share

– [Narrador] Las señales endocrinas ocurren cuando las células ubicadas en diferentes órganos necesitan comunicarse, tal como cuando la glándula pituitaria se comunica con los riñones. Cuando esto pasa, las hormonas, los ligandos de la señal, usan el torrente sanguíneo para llegar a las células objetivo. Por ejemplo, la glándula pituitaria señala a los riñones a reabsorber agua de la orina al liberar la hormona arginina vasopresina, o AVP, en la sangre. Cuando los riñones filtran la sangre, la AVP se une a su receptor de proteína G, AVPR2, en las células renales objetivo. Al activarla la hormona, las subunidades de proteína G se desacoplan del receptor y se activa la adenil ciclasa, para hacer el segundo mensajero, la AMP cíclica. La AMP cíclica activa la cascada de señales intracelular que involucra la proteína quinasa A, o PKA. La PKA tiene dos funciones. Primero, fosforila el canal acuaporina, APQ2, que está en reserva en las vesículas citoplásmicas. Esta acción lleva la vesícula, y los canales, a la membrana de la célula, lo que permite el flujo de agua de vuelta a las células renales. Segundo, la PKA fosforila la CREB en el núcleo, lo que causa que se una al gen acuaporina 2, e inicia su transcripción y luego transformación para nuevos canales de acuaporina. Por lo tanto, las señales endocrinas son un paso crucial en la osmorregulación y otras funciones en donde grupos remotos de células se deben comunicar.

14.10:

Señalización endocrina

Las células endocrinas producen hormonas para comunicarse con las células diana remotas que se encuentran en otros órganos. La hormona llega a estas áreas distantes utilizando el sistema circulatorio. Esto expone todo el organismo a la hormona, pero sólo las células que expresan receptores hormonales o células diana se ven afectadas. Por lo tanto, la señalización endocrina induce respuestas lentas de sus células diana, pero estos efectos también duran más tiempo.

Hay dos tipos de receptores endocrinos: receptores de superficie celular y receptores intracelulares. Los receptores de superficie celular funcionan de forma similar a otros receptores unidos a la membrana. Las hormonas, el ligando, se unen a una hormona específica del receptor acoplado de proteína G. Esto inicia cambios conformacionales en el receptor, liberando una subunidad de la proteína G. La proteína activa segundos mensajeros que internalizan el mensaje activando cascadas de señalización y factores de transcripción.

Muchas hormonas trabajan a través de receptores de superficie celular, incluyendo epinefrina, noradrenalina, insulina, prostaglandinas, prolactina, y hormonas de crecimiento.

Hormonas esteroides, como la testosterona, el estrógeno, y la progesterona, transmiten señales utilizando receptores intracelulares. Estas hormonas son pequeñas moléculas hidrófobos por lo que se mueven directamente más allá de la membrana celular externa. Una vez dentro, y si esa célula es una célula diana, la hormona se une a su receptor. La unión crea un cambio conformacional en el receptor que activa su potencial como factor de transcripción. Una vez activado, el receptor o el complejo hormona-receptor promueven o suprimen la expresión génica.

Los receptores hormonales intracelulares son una gran superfamilia de receptores, pero todos tienen una cadena de polipéptidos única similar con tres dominios distintos. El término N es el dominio del factor de transcripción activo. El medio contiene un dominio de unión al ADN específico para el gen de interés. Y la hormona se une a un dominio en el C-terminus.

Suggested Reading

Iliodromiti, Zoe, Nikolaos Antonakopoulos, Stavros Sifakis, Panagiotis Tsikouras, Angelos Daniilidis, Kostantinos Dafopoulos, Dimitrios Botsis, and Nikolaos Vrachnis. “Endocrine, Paracrine, and Autocrine Placental Mediators in Labor.” Hormones (Athens, Greece) 11, no. 4 (December 2012): 397–409. [Source]

Mayer, Emeran A., Rob Knight, Sarkis K. Mazmanian, John F. Cryan, and Kirsten Tillisch. “Gut Microbes and the Brain: Paradigm Shift in Neuroscience.” Journal of Neuroscience 34, no. 46 (November 12, 2014): 15490–96. [Source]