Pruebas de comportamiento se utilizan en ensayos pre-clínicos para evaluar los efectos fenotípicos de una enfermedad o tratamiento sobre el bienestar de los animales. Para evaluar globalmente el funcionamiento motor, seleccionamos pruebas de locomoción general, fuerza muscular y coordinación: prueba de campo abierto, la malla y la prueba del rotarod, respectivamente.